miércoles, 22 de octubre de 2008

Aforismos.


Leyendo, leyendo y leyendo, siempre algunas frases nuevas, algunas vivencias, y por supuesto motivaciones que vienen a mi mente y se alojan en mi cuerpo al mismo tiempo que las ídeas se conforman y comienzan su aterrizaje.

El libro de sentencias y disidencias que escribe Leonardo Rosemberg me ha provocado y me ha ilustrado no puedo pasar por alto y ahora compartirles tan sólo algunas cuantas de las sentencias que me invitan a la reflexión:

La imbecilidad No es un invento del hombre, mas bien es algo que se descubre poco a poco conforme el infortunio avanza.

Epitafio de un pesimista " Lo sabía"

Las convicciones son inevitables para todo aquel que no tiene nada mas que decir.
El temor al sufrimiento equivale a un grito de autoestima.

La demagogia es la mortaja del político,
Entre la nada y el todo, solo le queda al hombre instalarse en una capitulación por alternancia.

Aburrirse de todo cuando en este mundo existe, por un mero espiritu de renovación

Liberarse del pensamiento ..He ahí la verdadera libertad.

Yá es ganancia para el paciente crónico morir en definitiva.

Un buen renmedio contra el aburrimiento es la indiferencia.

Es mentira eso de las enfermedades mentales. Lo que verdaderamente aún no existe es una auténtica libertad de credo.

Yo creo en el amor hasta cuando sobrevive al tiempo del no decirse nada.

La imaginación no consiste en invertir el órden de la lógica, sino en crear la lógica de un nuevo órden.

El amor se destruye en la ídea del amor.

La esperanza es una puerta que abre hacia adentro.

Nadie tiene el derecho a sentirse solo mientras tenga a alguien que lo odie.

El que el hombre piense no prueba nada.

Quien da la espalda al sol, camina siempre sobre su sombra.

La eternidad. En ella sí que todo se acaba.

Envejecer con sabiduría es caminar con la esperanza intacta.

El mérito está en leer el periodico cada mañana y llegar a la noche con cierta manía por ser felíz.

Lo que hoy queda del hombre, para mañana seá demasiado.

Perderás al morir, lo que ganaste al nacer... NADA

Hay muchas formas para decir las cosas. Una para no decirlas. Ninguna para callarlas.

La virgen y María

Cuadro de la Virgen de Guadalupe, 1200 X 800 mm en tècnica mixta pintura auntomotiva, acrilica, y óleo.


Por : Alejandro Aguirre Desamaniego

martes, 21 de octubre de 2008

La interpretacion de los sueños




Fue Sigmund Freud quien descubrió la importancia que tienen los sueños para conocer la personalidad de los seres humanos.


Una novedad que originó un escándalo en la Viena del siglo pasado, aunque ya se habían escuchado teorías muy audaces.


Pensemos que la Medicina clásica consideraba que los sueños eran la consecuencia de un malestar físico y, en el mejor de los casos, la evidencia de un caos mental imposible de descifrar.


Siempre se había tachado de charlatanes a todos aquellos que pretendieron hablar de la "lógica de los sueños".


La novelística romántica venía utilizando el recurso de los sueños como un elemento pasional o de adivinación por lo que se consideraba esto como una fantasía literaria que jamás podría tener una validez científica.


Freud llegó más lejos al ordenar los sueños en una especie de Catálogo de Símbolos, para demostrar que todas las emociones y pasiones reprimidas aparecen inevitablemente en la mente de los seres humanos cuando se metan en la cama y cierran los ojos.


A partir de este momento crucial se origina un universo onírico que da vida al inconsciente. Esta fue la base del psicoanálisis, que se cuidaron de ampliar Carl Jumg, Adler, Karen Horney y Newman.


Suponemos que un glosario sencillo de las formas más comunes de los sueños, con su correspondiente significado, partiendo de un concepto general del psicoanálisis, puede beneficiar a quien lo utilice.


Pero sólo se ha de tomar como una referencia, obsesivos, convendría recurrir a un médico de la mente.


No hace falta llegar a la locura para pedir consejo a un psiquiatra o a un psicoanalista.


Esta costumbre que parece tan generalizada entre los norteamericanos, como podemos ver en el cine, supone un alto nivel cualitativo propio de las modernas civilizaciones.


Las dudas psíquicas conviene dialogarlas con el científico que sabe escuchar y encontrar soluciones; aislarse en una soledad tozuda supone todo un error.


Claro que no pretendo asustar a nadie.


Sólo hago referencia a una cuestión muy interesante y curiosa, que cumple algo más que un simple pasatiempo.

domingo, 19 de octubre de 2008

Que realidad expresa el término Palabra de Dios


La Palabra de Dios de la que es testimonio la Escritura asume, por tanto, diversas formas y contiene diferentes niveles de significación. Esta Palabra designa a Dios mismo que habla, a su Verbo divino, a su Verbo creador y salvador y, finalmente, a su Verbo encarnado en Jesucristo, al mismo tiempo «mediador y plenitud de toda la Revelación» (DV 2). Para Lucas, la Palabra de Dios se identifica justo con la enseñanza oral de Jesús (Lc. 5, 1-3), guiando el mensaje pascual, el kérygme, que a través de la predicación de los apóstoles «crecía y se multiplicaba» como un organismo viviente (Hch. 12, 24). Dicha Palabra de Dios, una y múltiple, dinámica y escatológica, personal y filial, habita y vivifica la Iglesia por medio de la fe; ella se entrega en las Sagradas Escrituras como un testigo histórico y literario, como un depósito sagrado destinado a la humanidad entera. De aquí surge esta nueva y decisiva modalidad de la Palabra de Dios, el texto sagrado, la forma escrita que consideró al pueblo de Israel como testigo de la primera Alianza. De aquí también surgen las Escrituras del Nuevo Testamento que la Iglesia ha recibido a su vez del Espíritu Santo y de la tradición apostólica, Escrituras que ella considera fuentes normativas y definitivas para su vida y su misión.En resumen, la Palabra de Dios escrita o transmitida es una palabra dialogal además de trinitaria. Se le ofrece al hombre a través de Jesucristo para introducirlo en la comunión trinitaria y hacerlo encontrar su identidad plena. Según el prólogo de san Juan, esa Palabra personal de Dios interpela a la humanidad y plantea inmediatamente la cuestión de su acogida: «Vino a su casa, y los suyos no la recibieron», pero «a todos los que la recibieron les dio poder de hacerse hijos de Dios, a los que creen en su nombre» (Jn. 1, 12).
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prueba para detectar adicciones




En México se pueden adquirir, vía internet o directamente con sus distribuidores, pruebas rápidas para detección de drogas. Sería la alternativa más barata y práctica para llevar a cabo la propuesta presidencial de someter a los alumnos de primarias y secundarias a ese examen.

Una prueba casera para detección de consumo de drogas funciona prácticamente igual que una prueba de embarazo: se pone una tira con un reactivo en contacto con la orina y, pasados algunos minutos, es posible saber si la persona consumió alguna de las sustancias que la tira puede detectar.







Por ahora sólo se puede conseguir dirtectamente con los distribuidores. No está disponible en farmacias, pero se espera que lo esté conforme aumente la cultura de prevención de consumo de drogas.



PreMedi-test, una compañía dedicada a certificar empresas como libres del consumo de alcohol y drogas, puso su prueba a la venta en algunas farmacias y supermercados hace un año, con malos resultados y grandes pérdidas.



El director de mercadotecnia, José Carrillo, lo atribuye a que en México pedir una prueba de detección de drogas produce más pena que pedir un condón.



Los principales compradores de pruebas antidoping son empresas y laboratorios. La prueba individual en PreMedi-test cuesta 270 pesos y 200 para empresas, aunque dependiendo del volumen puede llegar a 110 pesos.



Los resultados que arroja la prueba se van conociendo a los dos minutos de empezada, sin embargo el proceso completo del test termina alrededor de los cinco minutos, que es cuando se cuenta con el 100 % de certeza en los análisis.



Este programa ha sido aplicado a empresas privadas y dependencias públicas.


Algunas escuelas en ciudades como Monterrey, Cancún y la Ciudad de México, a nivel de educación media y superior, ya cuentan con él.





Via: Milenio

jueves, 14 de agosto de 2008

Otras frases que me motivan a mi y al mundo entero

Cuando quieres realmente una cosa, todo el universo conspira para ayudarte a conseguirla”.
-Paulo Coelho-

“He aprendido que no puedo hacer que alguien me ame, sólo convertirme en alguien a quien se puede amar. El resto depende de los otros

Einstein. . . y su chispa!

“La educación es aquello que permanece cuando uno ha olvidado todo lo aprendido en el colegio.

El carácter se manifiesta en los grandes momentos,pero se hace en los pequeños".

Ansiedad y preocupación

Sobre el miedo y la Preocupación
¿Cómo podemos combatir el Miedo? (extraído del libro, Una vida plena de sentido)
Conectarse con Dios es el único modo de librarse verdaderamente del miedo.

Al reconocer que somos parte integral del plan de Dios, que nuestra existencia tiene importancia y nuestra participación es vital, podemos librarnos de las dudas que alimentan nuestros miedos.

En tanto pongamos el más alto valor en el mundo material, seguiremos presa del miedo y la ansiedad. Seguiremos siendo víctimas de las circunstancias, sometiéndonos a la naturaleza cambiante del materialismo.

No tenemos nada que temer salvo Dios, porque nada es tan real como Dios.

Como dicen los sabios, "Teme a Dios tanto como temes al hombre" (Talmud, Berajot, 28b). El "temor a Dios" no es en realidad temor, sino una reverencia y respeto por una presencia más alta en nuestra vida; y un reconocimiento de que Dios nos elige para cumplir un papel específico en el refinamiento de este mundo.

Cuando nos sentimos desalentados o temerosos, contemplemos este punto; cuando temamos no poder manejar un determinado desafío o un problema, pensemos en lo que Dios quiere de nosotros.

Cuando tenemos un solo Dios y dos mundos, el material y el espiritual, no hay nada que temer.

El problema que parecía tan enorme un momento atrás empieza a parecer eminentemente manejable.

Cuando comprendemos que el dinero, el status, y la aceptación no deberían ser las fuerzas primarias que mueven nuestra vida, nuestra confusión empieza a disiparse.

Obtenemos confianza del conocimiento de que estamos trabajando lacia un objetivo más alto, y que Dios no nos pediría que lo hiciéramos si no fuéramos capaces de hacerlo (Midrash Rabá, Bamidbar 12:3).

No habrá espacio en nuestra vida para la desesperación y la ansiedad, sólo para el júbilo y la celebración del hecho de que estamos plenamente vivos.

Esa confianza se derrama sobre toda nuestra vida.

Y cuando hemos aprendido a concentrarnos en las cuestiones reales de la vida, ya no tenemos que preocuparnos por estar a la altura de las normas de quienes nos rodean.

Las normas de Dios son más altas que las del hombre, pero son en realidad más fáciles de cumplir.

Mientras que los valores del hombre son efímeros y están en un cambio constante, los valores espirituales son eternos.

Cuando nos conectamos con ellos, las cuestiones triviales de la vida ya no nos asustan, así como a un adulto ya no lo asusta la oscuridad.

El miedo y la ansiedad dejan de ser fuerzas de distracción o invalidez, y se vuelven desafíos que deben superarse para llevar una vida plena de sentido.

La mitad del triunfo en cualquier batalla es comprender al enemigo, y una vez que comprendemos la raíz de nuestros miedos estamos bien avanzados en el camino a dominarlos.

Esto no quiere decir que nos libraremos de todo miedo y ansiedad.

Son una parte de la vida. Pero deben ser vistos como una señal de que algo está fuera de lugar en nuestra vida, que algo nos está impidiendo realizar nuestros objetivos. Así que cuando nos hagamos conscientes del miedo o la ansiedad, no cedamos a la depresión; en lugar de eso, ataquemos y mejoremos la situación.

La depresión no es un pecado, pero lo que hace la depresión ningún pecado puede hacerlo. Hay dos tipos de depresión: una constructiva, y una destructiva. La primera es la desesperación de la humildad, de una persona que no sólo reconoce sus defectos sino que se toma el trabajo de hacer algo con ellos, es la desesperación de una persona que sufre por sus fallas y las oportunidades perdidas, pero que se niega a hacerse indiferente a sus problemas y a los del mundo.

La segunda desesperación es la de una persona que se ha abandonado a sí misma y a su prójimo, que ha permitido que su melancolía le robe la esperanza. La primera desesperación es un trampolín para la mejora personal; la segunda es un pozo sin fondo.

¿Cómo distinguir entre ambas? La primera persona llora, los ojos de la segunda están secos y sin expresión.

La mente y el corazón de la primera están en tumulto, la mente y el corazón de la segunda están silenciosos con la apatía y pesados como el plomo.

¿Y qué sucede cuando uno y otro salen de este humor desesperado? El primero pasa a la acción, dando los primeros pasos vacilantes por escapar de la depresión. El segundo sigue paralizado, pues su camino sigue siendo difícil.

Para derrotar a la depresión, debemos introducir una perspectiva nueva en nuestro pensamiento, debemos empezar a reemplazar los pensamientos perturbadores y destructivos por otros constructivos y positivos, pensemos bien y las cosas saldrán bien, esto no es un optimismo tonto; es reconocer la bondad aun dentro de una situación aparentemente mala, reconocer que combatir el miedo significa superar un desafío.

Liberémonos de la confusión en nuestra vida, debemos desatar los nudos que nos atan, pero debemos recordar también que sólo podemos desatar un nudo a la vez, no nos desalentemos ante el trabajo; aun la montaña más alta debe treparse paso a paso, así como la confusión engendra confusión, la claridad engendra claridad, por lo que dar un paso en la dirección positiva significa ganar impulso para recorrer toda la distancia que sea necesaria.

Escriban y examinen las cinco prioridades más altas en sus vidas. ¿Son objetivos efímeros, o eternos? ¿El dinero y la posición son más importantes que su familia y que ayudar a otros?, sí es así, entonces es comprensible que tengan un gran miedo en su vida, stedes saben muy bien que siempre pueden fallar en esos objetivos.

Podemos distraernos de nuestro ciclo material poniendo la vista en lo positivo, en nuestros logros,en nuestras capacidades, en la gente que queremos.

Mejor aun, compartamos nuestra ansiedad (Talmud, Iomá 75a.) con amigos o miembros de la familia que nos darán apoyo, una mirada nueva y sugerencias positivas.

Participemos de proyectos que sean profundamente gratificantes, muypronto, nuestra vida estará tan llena de actividad significativa que no habrá tiempo para el miedo y la ansiedad.

Por último, introduzcamos a Dios en nurstra vida
Aprendamos que estarnos aquí con un objetivo que es más grande que todas las más grandes experiencias en la vida.

Cuanto más alto pongamos nuestros valores, menos temor tendremos a las ansiedades mundanas que pueden dominar la vida cotidiana, Reconozcamos que Dios dentro de nosotros protege nuestra alma; aun alguien que ha sido golpeado y maltratado por la vida tiene un alma pura, debemos recordar que no hay nada que temer en esta tierra, pues Dios siempre está con nosotros, y siguiendo sus instrucciones abrimos los canales para Sus bendiciones.

No importa lo abrumadores que puedan parecer nuestros miedos, démosle al alma tiempo a hablarnos. En un primer momento, el miedo puede impedirnos oír al alma, pero seamos pacientes, seamos persistentes, hay una sola condición, que enfrentemos a nuestros miedos con verdad y sinceridad, pues el miedo y la ansiedad no responden a frases huecas.

Imaginemos llegar en un lugar donde el dinero y el poder y la vanidad no tienen valor. Ese lugar es aquí y ahora,no bien miramos al miedo a los ojos, empieza a derrumbarse,usemos nuestro intelecto para dominar nuestras emociones, y usemos nuestro espíritu para vencer nuestro miedo, sobre todo, dejemos que la alegría, el entusiasmo, y Dios, entren en nuestra vida, y que la luz brillante de nuestra alma brille en cada rincón oscuro donde puede florecer el miedo.

Las virtudes cardinales

Definición de Virtud: “Cualidad personal que se considera buena y correcta. Actuar con amabilidad y consideración por los sentimientos y pensamientos de otros. Hacer del mundo un lugar más agradable en el que estar con la actitud de comenzando por uno. Ayudar sin entorpecer el trabajo o proyectos de otros”. En definitiva Virtud es una propensión y facilidad para conocer y obrar el bien, se llaman cardinales las que son el principio y el fundamento de las demás virtudes. Las Virtudes Cardinales, también llamadas virtudes morales, reciben ese nombre por que en latín cardinales! cardinalis cardo, gozne, el gozne de una puerta, en conclusión todas las virtudes giran en torno a ellas. Las Virtudes cardinales, son hábitos que se adquieren con el ejercicio y la repetición y que la habilitan para la realización de una vida correcta y buena. Mediante estas virtudes nuestras facultades apetitivas se inclinan hacia lo conveniente y conforme al juicio de la razón. La repetición de los actos provoca la aparición de hábitos. Cuando estos hábitos predisponen al hombre adecuadamente para el cumplimiento del bien reciben el nombre de virtudes y en caso contrario de vicios. La moral llama a un trabajo ascético (se dice de la persona que se dedica a la práctica y ejercicio de la perfección espiritual y lleva una vida modesta y sobria) sobre las pasiones, para dominarlas al juicio de la razón, de modo tal que ellas nos ayuden para la mejor consecución de nuestros fines. Estas virtudes son cuatro:
Prudencia: Consiste en actuar con reflexión y precaución para evitar posibles daños, dispone la razón practica para discernir el bien y elegir los medios justos para realizarlos. Es el valor que nos ayuda con mayor conciencia frente a las situaciones ordinarias de la vida, nos ayuda a reflexionar y a considerar los efectos que pueden producir nuestras palabras y acciones, teniendo como resultado un actuar correcto en cualquier circunstancia. Este valor se forja por la manera en que se conduce el hombre ordinariamente. Ante una situación problemática se debe antes que nada reflexionar y conservar la calma, en todo momento, pues si nos damos cuenta y reflexionamos, la mayoría de los malos aciertos en la vida, ocurren por una mala decisión.
En definitiva la prudencia es un juicio ordenado, la prudencia juzgará si en un determinado caso, nos podemos comportar de un modo que no sea el adecuado. Moralmente será siempre mas prudente aquel que sabrá tomar la mejor decisión sin atropellar la moral y lo ético. Si se actúa con prudencia no existen los riesgos, pues se actúa razonando y usando la lógica, de esta manera se medita y prevé los actos. Es muy seguro que si se usa la prudencia el error sobre las decisiones y actos será mínimo, de ésta forma la prudencia se convierte en la guía segura de los actos, edificará una personalidad recia, segura, perseverante, capaz de comprometerse en todo y con todos, generando confianza y estabilidad en quienes le rodean.
Justicia: Consiste en dar a cada uno lo que le corresponde. Para ello precisamente se necesita la guía de la prudencia. La justicia no existe sin la misericordia, la caridad o el amor. La justicia es principio fundamental de la existencia y coexistencia de los hombres, como asimismo de las comunidades humanas, de las sociedades y los pueblos. A lo largo de los siglos, la justicia ha ido teniendo definición según las distintas relaciones y aspectos. De aquí el concepto de justicia conmutativa, distributiva, legal y social. Todo ello es testimonio de cómo la justicia tiene una significación fundamental en el orden moral entre los hombres, en las relaciones sociales e internacionales. Puede decirse que el sentido mismo de la existencia del hombre sobre la tierra está vinculado a la justicia, definir correctamente "cuánto se debe" a cada uno por parte de todos y, al mismo tiempo, a todos por parte de cada uno, "lo que se debe" (debitum) al hombre de parte del hombre en los diferentes sistemas y relaciones, definirlo y, sobre todo, llevarlo a cabo.
Para organizar con justicia el conjunto de la vida social en sus aspectos varios, es necesario que el hombre viva en un contexto de justicia y, más aún, que cada uno sea justo y actúe con justicia respecto de los cercanos y de los lejanos, de la comunidad, de la sociedad de que es miembro. La justicia es la base de la posibilidad real de ser bueno; en esto se apoya la elevada categoría de la prudencia. La justicia protege y garantiza los derechos y deberes fundamentales, observa y juzga las condiciones que afectan a los diversos sectores de la sociedad, vigila y guía la disparidad de oportunidades económicas y orienta las circunstancias sociales de modo que favorezcan la convivencia pacífica de los pueblos.
Fortaleza: La fortaleza en la filosofía griega se entiende como fuerza de ánimo frente a las adversidades de la vida, como desprecio del peligro. La virtud de la fortaleza consiste en tener el valor y la constancia para perseverar en una obra buena hasta el final, no importando los obstáculos o soportando una mala situación con paciencia e inteligencia hasta el final sin derrumbarse. También incluye el valor en situaciones de peligro y la capacidad de tomar riesgos prudentes. Según la doctrina de Santo Tomás, la virtud de la fortaleza se encuentra en el hombre que está dispuesto a afrontar los peligros y dispuesto a soportar las adversidades por una causa justa, por la verdad, la justicia, etcétera. La virtud de la fortaleza requiere siempre una cierta superación de la debilidad humana y, sobre todo, del miedo. Porque el hombre, por naturaleza, teme espontáneamente el peligro, los disgustos y sufrimientos. Tenemos necesidad de fortaleza para ser hombres. En efecto, hombre verdaderamente prudente es sólo el que posee la virtud de la fortaleza; del mismo modo que hombre verdaderamente justo es sólo el que tiene la virtud de la fortaleza. Asegura, en las dificultades, la firmeza y la constancia en la práctica del bien.
Templanza: La virtud de la templanza es la virtud que nos capacita para controlar y canalizar correctamente nuestras tendencias. A esta virtud se la llama también sobriedad. La virtud de la templanza representa el término medio entre el desenfreno y la insensibilidad. Templanza se refiere más a la ética personal. Para unos, un comportamiento es conformarse a unas reglas, pero no sólo es esto. La ética es un dinamismo interno del sujeto. Es adecuarse a la recta ratio, no a las reglas externas. La templanza no es meramente dominarse y moderarse, sino que es una discreción ordenadora en orden a la armonía y perfección del interior del hombre. Ordenar por la templanza no sólo significa suprimir, sino armonizar. Cabe distinguir dos tipos de "templanza": la natural y la que se califica como virtud cardinal. La primera se refiere al dominio, principalmente, del gusto y del tacto (son los dos sentidos más afines con esta virtud) que impone la razón, de forma que el hombre y la mujer se guíen por la moderación y no sean esclavos de los placeres sensibles. Cabría denominarla "templanza natural", la cual debe estar presente en la vida de todas las personas, pues, de lo contrario, su conducta sería dirigida por el instinto, lo que les acercaría más o menos a la existencia de los animales. El filósofo latino Cicerón definía esta templanza natural como "dominio firme y moderado, impuesto por la razón sobre la concupiscencia y demás ímpetus desordenados" Esta "templanza natural" se puede invocar y practicar por motivos bien diversos y algunos son bastantes fútiles. Es el caso, por ejemplo, de cuantos se privan del placer de comer y de beber para mantener un canon discutible de belleza, o la de quienes rehúsan ciertos placeres sensibles para mantenerse "puros" en una sociedad que califican de desordenada. Otras veces se vive la templanza a causa de algún criterio médico válido: es preciso abstenerse de ciertos placeres por motivos de salud, etc. Por el contrario, la templanza cristiana es la virtud cardinal que orienta y modera la tendencia a los placeres sensibles para que la persona se mantenga dentro de los límites que le señala la fe.

Los siete pecados capitales

En contraste con nuestra época, la ética medieval poseía claras delimitaciones. De esta manera el hombre medieval cuenta con una suerte de código de conducta que le señala claramente como debe ser su actuar. Esta codificación tiene su base, por un lado, en las llamadas “Virtudes Cardinales”, verdaderas llaves maestras que posibilitan el ejercicio de una conducta conforme con lo que es éticamente correcto. Por otro lado, los “Pecados Capitales” (denominados así por ser “cabeza” o principio de todos los demás pecados) muestran claramente la cuna de todo lo moralmente reprobable. Esta codificación moral, que si bien fue formulada en el medioevo tiene una sorprende actualidad, está cruzada transversalmente por una problemática ética fundamental: la posibilidad de acoger hospitalariamente al projimo , el que está próximo, como una persona válida por sí misma. Dicho de otra manera el entender a los seres humanos que están frente a mí, cualquiera sea su condición, como un “interlocutor válido”, como un fin en sí mismo. Como veremos más adelante, Lo que verdaderamente constituye el mal moral es entender al “otro” como un “medio”, como un objeto que puede ser utilizado para el propio beneficio, en conformidad al principio del “amor a sí mismo”. Veamos a continuación una síntesis de la definición de cada uno de estos conceptos, nos hemos basado en un antiguo pero esclarecedor “diccionario de teología” (con las correcciones de redacción y la ortografía castellana antigua en función de la comprensión, así mismo se han traducido algunas citas que en el texto original aparecen en latín)


Pecados Capitales

1. La Soberbia.
Es el principal de los pecados capitales. Es la cabeza de “todos” los restantes pecados. Recordemos que por esta falta, según la teología cristiana, el hombre fue expulsado del jardín del paraíso. Es una ofensa directa contra Dios, en cuanto el pecador cree tener más poder y autoridad que Dios. En general es definida como “amor desordenado de sí mismo”. Según Santo Tomás la soberbia es “un apetito desordenado de la propia excelencia”. Se considera pecado mortal cuando es perfecta, es decir, cuando se apetece tanto la propia exaltación que se rehúsa obedecer a Dios, a los superiores y a las leyes. Se trata de renunciar a Dios en cuanto es Verdad y sentido conductor de la existencia e instalarse a sí mismo como Verdad suprema e infalible y como fundamento de la acción humana. De la misma manera, y guardando las distancias, se aplica al respeto y a la consideración que los subordinados le deben a las autoridades legítimamente constituidas. De la soberbia se desprenden las siguientes faltas menores:

· La vanagloria: es la complacencia que uno siente de sí mismo a causa de las ventajas que uno tiene y se jacta de poseer por sobre los demás. Así mismo, consiste en la elaborada ostentación de todo lo que pueda conquistarnos el aprecio y la consideración de los demás.
· La Jactancia: falta de los que se esmeran en alabarse a sí mismos para hacer valer vistosamente su superioridad y sus buenas obras. Sin embargo, no es pecado cuando tiene por fin desacreditar una calumnia o teniendo en miras la educación de los otros.
· El Fausto: consiste en querer elevarse por sobre los demás en dignidad exagerando, para ello, el lujo en los vestidos y en los bienes personales; llegando más allá de lo que permiten sus posibilidades económicas.
· La altanería: Se manifiesta por el modo imperioso con el que se trata al prójimo, hablándole con orgullo, con terquedad, con tono despreciativo y mirándolo con aire desdeñoso.
· La ambición: Deseo desordenado de elevarse en honores y dignidades como cargos o título, sólo considerando los beneficios que les son anexos, como la fama y el reconocimiento
· La hipocresía: simulación de la virtud y la honradez con el fin de ocultar los vicios propios o aparentar virtudes que no se tienen.
· La presunción: consiste en confiar demasiado en sí mismo, en sus propias luces, en persuadirse a uno mismo que es capaz de efectuar mejor que cualquier otro ciertas funciones, ciertos empleos que sobrepasan sus fuerzas o sus capacidades. Esta falta es muy común porque son rarísimos los que no se dejan engañar por su amor propio, los que se esfuerzan en conocerse a sí mismos para formar un recto juicio sobre sus capacidades y aptitudes.
· La desobediencia: es la infracción del precepto del superior. Es pecado mortal cuando esta infracción nace del formal desprecio del superior, pues tal desprecio es injurioso al mismo Dios. Pero cuando la violación del precepto no nace del desprecio sino de otra causa y considerando la materia y las circunstancias del caso, puede ser considerada una falta menor.
· La pertinacia: consiste en mantenerse adherido al propio juicio, no obstante el conocimiento de la verdad o mayor probabilidad de las observaciones de los que no piensan como el sujeto en cuestión.
El remedio radical contra la soberbia es la humildad. Según el cristianismo, “Dios abate a los soberbios y eleva a los humildes (Luc. 14)

2. La Acidia (Pereza).
Es el más “metafísico” de los Pecados Capitales en cuanto está referido a la incapacidad de aceptar y hacerse cargo de la existencia en cuanto tal. Es también el que más problemas causa en su denominación. La simple “pereza”, más aún el “ocio”, no parecen constituir una falta. Hemos preferido, por esto, el concepto de “acidia” o “acedía”. Tomado en sentido propio es una “tristeza de animo” que nos aparta de las obligaciones espirituales y divinas, a causa de los obstáculos y dificultades que en ellas se encuentran. Bajo el nombre de cosas espirituales y divinas se entiende todo lo que Dios nos prescribe para la consecución de la eterna salud (la salvación), como la práctica de las virtudes cristianas, la observación de los preceptos divinos, de los deberes de cada uno, los ejercicios de piedad y de religión. Concebir pues tristeza por tales cosas, abrigar voluntariamente, en el corazón, desgano, aversión y disgusto por ellas, es pecado capital.
Tomada en sentido estricto es pecado mortal en cuanto se opone directamente a la caridad que nos debemos a nosotros mismos y al amor que debemos a Dios. De esta manera, si deliberadamente y con pleno consentimiento de la voluntad, nos entristecemos o sentimos desgano de las cosas a las que estamos obligados; por ejemplo, al perdón de las injurias, a la privación de los placeres carnales, entre otras; la acidia es pecado grave porque se opone directamente a la caridad de Dios y de nosotros mismos.
Considerada en orden a los efectos que produce, si la acidia es tal que hace olvidar el bien necesario e indispensable a la salud eterna, descuidar notablemente las obligaciones y deberes o si llega a hacernos desear que no haya otra vida para vivir entregados impunemente a las pasiones, es sin duda pecado mortal.
Son efectos de la pereza:

· La repugnancia y la aversión al bien que hace que este se omita o se practique con notable defecto.
· la inconsistencia en el bien, la continua inquietud e irresolución del carácter que varía, a menudo, de deseos y propósitos, que tan pronto decide una cosa como desiste de ella, sin ejecutar nada.
· Una cierta pusilanimidad y cobardía por la cual el espíritu abatido no se atreve a poner manos a la obra y se abandona a la inacción.
· La desesperación de considerar que la salvación es imposible, de tal manera que lejos de pensar el hombre en los medios de conseguirla se entrega sin freno alguno a sus propias pasiones.
· La ociosidad, la fuga de todo trabajo, el amor a las comodidades y a los placeres.
· La curiosidad o desordenado prurito de saber, ver, oír, que constituye la actividad casi exclusiva del perezoso.

En el fondo, la acidia se identifica con el “aburrimiento”. Pero no con ese aburrimiento objetivo que nos hace escapar de una cosa, de una situación o de una persona en particular. Más bien se refiere al “aburrimiento” que sentimos frente a la existencia toda, frente al hecho de existir y de todo lo que esto implica. La vida nos exige trabajo, esfuerzo para actuar según lo que se debe, esfuerzo que no es ni gratuito ni fácil. Cuando no somos capaces de asumir este costo (este trabajo) y desconocemos aquello que debemos “hacer” en la existencia, la vida humana se transforma en un vacío que me causa “horror”; se transforma en un vacío que me angustia y del cual escapamos constantemente casi sin darnos cuenta. De hecho ‘aburrimiento’ significa originariamente “ab horreo” (horror al vacío). Decíamos que la acidia es el más metafísico de los pecados capitales parque implica no asumir los costos de la existencia, de escapar constantemente de hacer lo que se debe, por no saber lo que se debe.

3. La Lujuria.
Tradicionalmente se ha entendido la lujuria como “appetitus inorditatus delectationis venerae” es decir como un apetito desordenado de los placeres eróticos. La tradición cristiana subdividió este pecado en la simple fornicación, el estupro, el rapto, el incesto, el sacrilegio, el adulterio, el pecado contra la naturaleza, comprendiendo bajo esta última especie, la polución voluntaria, la sodomía y la bestialidad. La lujuria sería siempre un “pecado mortal” pues involucra directamente la utilización del otro, del prójimo, como un medio y un objeto para la satisfacción de los placeres sexuales.
Hay en este pecado dos grandes principios en juego: el verdadero concepto del amor y la finalidad de la sexualidad. El cristianismo –y gran parte de la tradición clásica especialmente la griega–, entienden por “amor” algo muy distinto de lo que el mundo contemporáneo comprende. El concepto de amor tiene una importancia central en el cristianismo. De hecho Dios mismo es identificado con el amor. Para el cristiano el amor es “superabundancia”, capacidad de dar y de darse, “caritas”, en definitiva: caridad, una de las tres Virtudes Teologales. De esta manera el amor implica un donarse, un darse por el otro, por el prójimo. Recordemos la segunda parte del único mandamiento que anuncia el Nuevo Testamento: “...amar al prójimo como a sí mismo”. El amor cristiano, y también el griego, está, de esta forma, desligado en su origen de cualquier tipo de sexualidad, incluso de la corporeidad. Lo erótico es una consecuencia, un plus totalmente prescindible. La casi sinonimia entre amor y sexo es producto de la modernidad. El “hacer el amor” como sinónimo de “relación sexual” es el mejor ejemplo de lo anterior. La Lujuria sería entonces totalmente contraria al amor –y a Dios– entendido en términos cristianos. El pecado de la lujuria no considera al otro como una “persona” válida y valiosa en sí misma, como un fin en sí misma por el cual tendríamos que darnos. El otro pasa a ser un objeto una cosa que satisface la más fuerte de las satisfacciones corporales, el placer sexual. Aun más, el sujeto mismo que incurre en un acto lujurioso se convierte a sí en un objeto, que olvida o suspende su propia dignidad. Por otro lado, para el pensamiento cristiano la sexualidad tiene una finalidad preestablecida, única y clara. La reproducción y la perpetuación de la especie. Esta clara finalidad da también sentido a la existencia del hombre ordenado su acción en vista del amor de Dios. La lujuria, en cambio, que no tiene en vistas la finalidad de la reproducción y que por esto pierde todo sentido, se convierte en una acción vacía, sin sentido, que de alguna manera nulifica al hombre y lo aleja del Ser de Dios.

4. La Avaricia.
La teología cristiana explica el pecado de la avaricia como “amor desordenado de las riquezas”, es desordenado, continua, “porque lícito es amar y desear las riquezas con fin honesto en el orden de la justicia y de la caridad, como por ejemplo, si se las desea para cooperar más eficazmente con al gloria de Dios, para socorrer al prójimo etc. El crimen de la avaricia no lo constituyen las riquezas o su posesión, sino el apego inmoderado a ellas; “esa pasión ardiente de adquirir o conservar lo que se posee, que no se detiene ante los medios injustos; esa economía sórdida que guarda los tesoros sin hacer uso de ellos aun para las causas más legítimas; ese afecto desordenado que se tiene a los bienes de la tierra, de donde resulta que todo se refiere a la plata, y no parece que se vive para otra cosa que para adquirirla.”
“La avaricia, por consiguiente, es pecado mortal siempre que el avaro ame de tal modo las riquezas y pegue su corazón a ellas que está dispuesto a ofender gravemente a Dios o a violar la justicia y la caridad debida al prójimo, o a sí mismo.”
En la avaricia se ven claramente los elementos comunes a todos los pecados. Por una lado, el avaro pierde el verdadero sentido de su acción poniendo el fin en lo que debería ser un medio, en este caso la obtención y la retención de las riquezas. Lo que importa al cristianismo es que el prójimo reciba, en justicia, la caridad que todos le debemos al menesteroso. La avaricia es directamente contraria a la caridad en cuanto es un “no dar”, más aun en privar a otros de sus bienes para tener más que retener. Por otro lado, el privar al otro de sus bienes, muchas veces con malas artes, y retener estos bienes en perjuicio del otro, es también negar al otro en su calidad de persona, de fin en sí. Se lo utiliza para satisfacer, mediante la acumulación de riquezas, el principio del amor a sí mismo.
Son “hijos” o faltas menores de la avaricia: el fraude, el dolo, el perjurio, el robo y el hurto, la tacañería, la usura, etc.

5. La Gula.
Como “uso inmoderado de los alimentos necesarios para la vida” es definido este pecado. La definición teológica se complementa con que “el placer o deleite que acompaña al uso de los alimentos, nada tiene de malo; al contrario, en el efecto de una providencia especial de Dios para que el hombre cumpliese más fácilmente con el deber de su propia conservación. Prohibido es, empero, comer y beber hasta saciarse por ese solo deleite que se experimenta”. De esta manera, la religiosidad latina especifica estas faltas en: proepropere: comer antes de tiempo o cuando se debe abstener de comer, por ejemplo en los días de ayuno señalados por la Iglesia; laute: cuando se comen manjares que superan las posibilidades económicas de la persona; nimis cuando se bebe o se come en perjuicio de la salud de la persona; ardenter: cuando se como con extrema voracidad o avidez a manera de las bestias. La gula se transforma en pecado en los siguientes casos:

· Cuando por el solo placer de comer se llega al hurto o se reduce a la familia a la mendicidad.
· Cuando el deleite en el comer se reduce a un fin único y preponderante en la vida.
· Cuando es causa de graves pecados como la lujuria y la blasfemia.
· Cuando trasgrede los preceptos de la Iglesia en los días de ayuno y de abstinencia de ciertos alimentos.
· Cuando se provoca voluntariamente el vómito para continuar el deleite de la comida.
· Cuando se auto infiere grabe daño a la salud o sufrimiento a si mismo y a los que lo rodean.

Además de lo dicho por la teología tradicional, la gula tiene un aspecto que no debemos dejar de considerar. La gula es la manifestación física de un apetito más profundo y significativo. El que cae en las tentaciones de la gula, no sólo quiere consumir comida. Quiere, de alguna manera, ingerir todo el universo. Asimilar, hacer suyo, todo lo exterior, reducir todo lo otro a sí mismo. En este sentido la gula se mimetiza estrechamente con la lujuria, se trata de ponerse por sobre lo otro, reducirlo, objetivarlo y hacerlo suyo. De esta manera el “glotón” se transforma en el único centro de referencia, en conformidad con el principio del amor a sí mismo. El asimilar, reducir, el universo en general y al prójimo en particular a sí mismo es la más radical negación del otro.

6. La Ira.
“Appetitus inordinatus vindictae” es decir, un “apetito desordenado de venganza”. “Que se excita –continua la definición latina– en nosotros por alguna ofensa real o supuesta. Requiérase, por consiguiente, para que la ira sea pecado, que el apetito de venganza sea desordenado, es decir, contrario a la razón. Si no entraña este desorden no será imputado como pecado”. De esto ultimo se desprende que habría una ira “buena y laudable” si no excede los límites de una prudente moderación y tiene como fin suprimir el mal y reestablecer un bien. “El apetito de venganza es desordenado o contrario a la razón, y por consiguiente la ira es pecado, cuando se desea el castigo al que no lo merece, o si se le desea mayor al merecido, o que se le infrinja sin observar el orden legítimo, o sin proponerse el fin debido que es la conservación de la justicia y la corrección del culpable. Hay también pecado en la aplicación de la venganza, aunque esta sea legítima, cuando uno se deja dominar por ciertos movimientos inmoderados de la pasión. De esta manera la ira se convierte en pecado gravísimo porque vulnera la caridad y la justicia. Son hijos de la Ira: el maquiavelismo, el clamor, la indignación, la contumelia, la blasfemia y la riña”.
De la definición anterior se desprende que la ira es el uso de una fuerza directa o verbal que trasgrede los límites de la legitima restitución de un bien ofendido. La violencia, entendida como el uso de la fuerza, si es desmedida, es claramente una anulación del otro. En el asesinato, por ejemplo, que no corresponde a la legítima defensa, se pretende evidentemente la nulificación del otro. En el leguaje, mediante la ofensa o el improperio, encontramos también el deseo de perjuicio e incluso de nulidad del otro.
Es importante hacer notar que el uso de la fuerza en contra del prójimo no siempre es un mal moral. Debe ser entendida como un mal menor si el fin por el cual se realiza no es sólo la anulación del otro sino que persigue fines legítimos como la conservación de la vida propia o de terceros. Tal es el caso de la “guerra legítima” que procura evita la propia muerte o la privación de la legítima libertad a mano de un invasor, la legítima defensa. El uso de la fuerza se justifica también cuando se procura, con esto, el bien del otro, evitando de esta manera un daño mayor que el dolor que se infringe.

La ira se convierte en pecado gravísimo cuando nuestro instinto de destrucción sobrepasa toda moderación racional y, desbordando todo límite dictado por una justa sentencia, se desea sólo la inexistencia del prójimo.

7. La Envidia
La envidia es definida como “Desagrado, pesar, tristeza, que se concibe en el ánimo, del bien ajeno, en cuanto este bien se mira como perjudicial a nuestros intereses o a nuestra gloria: tristia de bono alteriusin quantum est diminutivum propiae gloriae et excellentiae” De esta manera, para saber si la envidia es una falta moral, es necesario investigar el verdadero motivo que produce la tristeza que se siente frente al bien que posee el prójimo. De esta manera la envidia no es pecado cuando

· Nos entristecemos por el cargo, potestad o bienes materiales alcanzado por quien no los merece y podría hacer mal uso de esa autoridad causando grave daño a sus semejantes.
· sentimos insatisfacción por los bienes que posee quien no los merece y en vista de que nosotros le daríamos mejor fin. Por ejemplo, el que abunda en riquezas haciendo mal uso de ellas: los avaros que no hacen uso de sus bienes ni para beneficio propio ni para el de los demás.
· otras veces, nos entristecemos, no tanto de lo que el otro posee como del hecho de que nosotros carecemos de ese bien, si esta constatación nos muestra el tiempo y las oportunidades perdidas y alienta nuestro propio sentido de superación.

La envidia es falta gravísima, cuando nos incomoda y angustia a tal grado el bien o los bienes materiales del otro, que deseamos verlo privado de aquellos bienes que legítimamente a conseguido y al que, nosotros, por nuestra impotencia, no hemos logrado conseguir. De esta manera, este deseo de ver privado al otro de sus bienes nos puede conducir a procurar, por todos los medios, a efectivamente quitarle esos bienes o de hacer ver, con el uso del chismorreo, que aquel no debería poseer lo que posee. La mentira, la traición, la intriga, el oportunismo entre otras faltas se desprenden de esta tristeza frente al bien ajeno y a nuestra propia incapacidad de acceder a tales bienes.

jueves, 22 de mayo de 2008

Nada es imposible

Nada es imposible
Aún y cuando mas incomprensibles sean para otros tus proyectos, tus conceptos o tus ídeas, ten la certeza que mientras mas lo intenetes mejores oportunidades puedes tener, Sueña y aterriza tus sueños, Cree en ti.

miércoles, 21 de mayo de 2008

algunas Frases de éxito que me motivan

Siempre estoy diciendo que el exito tiene muchas formas y valores, aqui unas cuantas muestras de las que el éxito ha impreso en blanco y negro sus diferentes concepciones. El éxito es cuestión de buena suerte! y si no, pregúntale a los que no tienen? El éxito no es alcanzar riquezas, es superar nuestros propios miedos.Si deseas el exito no lo busques, dedícate a hacer lo que te gusta, el éxito vendrá por añadidura.El limite es el cielo; y no hay exito mayor que el de saber que es el premio lo que busco.El éxito de la vida no está en vencer siempre, sino en no desanimarse nunca.El secreto del éxito es la honestidad. Si puedes evitarla, está hecho.El que no sabe lo que busca, no sabe lo que encuentra.El éxito no es todo, es lo único.La constancia de pequenos detalles construye las Grande Cosas.El aprender a ganar es bueno, pero es mejor saber perder.No existe nada más detestable en este mundo que un buen consejo acompañado de un mal ejemplo.El éxito no es, sino, el logro más grande de la persona.No te preocupes de las cosas, ocúpate de ellas.El éxito nunca llega solo; hay que trabajar arduamente para conseguirlo.Nunca olvides tus sueños, porque donde quiera que estés y haciendo lo que hagas siempre existe la posibilidad de que los alcances.El verdadero éxito de una persona está en dar la vida al trabajo del que uno está enamorado.Cuando algo está en juego hay que ir a por todas...Nadie es perfecto porque el más perfecto tendría como su único defecto el ser perfecto. El que hace lo que ama, esta benditamente condenado al éxito

bluesin blue











Alejandro Aguirre Desamaniego

Es fácil tocar la Armonica?



Digamos que tocar la armónica es muy fácil, debido a que cualquiera que haya tenido una en sus manos y la haya soplado habrá observado que suena, y que no lo hace cacofónicamente, al contrario de lo que pasa si uno le da zarpazos aleatoriamente a un piano o una guitarra. Eso es debido a la distribución de las notas a lo largo del instrumento (hablaremos de eso después), y es la causa, además de ser un instrumento barato, de que sujetos como Bob Dylan, Bruce Springsteen, Van Morrison o, a nivel local, el ínclito Ramoncín, perpetrador del riff más inefable de todos los tiempos en su hit internacional "Litros de alcohol", hayan trascendido al público general como armonicistas, y la gente se crea que tocan bien...Lo realmente complicado, por tanto, no es tocar, sino tocar bien. Aprovechar convenientemente la versatilidad del instrumento, mucho mayor de lo que a priori se podría pensar, no es tarea sencilla, y requiere dedicación y esfuerzo (algo que parece que nuestros amigos de arriba no están muy dispuestos a desperdiciar, teniendo en cuenta el enorme gasto de energías que les produce componer sus poemas cantados -por decir algo-, ensalzar el American way of life y las virtudes de los maravillosos EEUU o participar en animadas e intelectuales tertulias televisivas tras años de micciones sobre las cabezas del público extasiado).¿Qué clases de armónicas existen?Las armónicas más conocidas y de uso más extendido son las llamadas diatónicas, también conocidas como "armónicas de blues". Tienen diez agujeros (aunque también las hay de doce o incluso catorce), cada uno con dos lengüetas, una para el sonido aspirado y otra para el soplado, y una afinación Richter o diatónica (ver afinaciones más adelante). Sin embargo, éstas no son sino la punta de un iceberg de armónicas que pueden no tener nada que ver con éstas salvo que suenan al vibrar una (o varias) lengüetas de metal. Hay armónicas cromáticas, octavadas, trémolo..., y continúan apareciendo nuevos tipos

Mis frases de negocios favoritas


Negocio es la transacción donde todos salimos ganando.Un negocio exitoso es igual a una fiesta de cumpleaños, todo depende de cómo repartas el pastel.Los negocios que se hacen con amistades terminan entre abogados, y los que lo emprenden asesorados por abogados terminan en amistad.Si uno quiere tener mañana un gran negocio, debe empezar a actuar hoy mismo como si lo fuera.El negocio verdadero en todo el mundo siempre será el fraude.Quiero soluciones, si quisiera problemas no te pagaría el sueldo.El mejor negocio y más eficaz es trabajar poco y ganar harto.Los negocios son como las mujeres: los aprovechas al máximo y después buscas otros nuevos.No soy un genio, mis socios son tontos.La parte más importante en un negocio son los clientes.Si por fiar tengo amigos y los pierdo al cobrar, para evitar enemigos, lo mejor es no fiar.Sabré siempre que mi negocio es próspero cuando todos comiencen a envidiarme.La clave de un negocio son los clientes y para arruinarlo, que falten; negociar es depender.Si el vino perjudica tus negocios, deja tus negocios.En todo negocio, la alegría entre un negociante y otro es inversamente proporcional.El mejor negocio en la vida es aquel en que los beneficios son mayores que tus inversiones.El amor es como los negocios: unos ofertan, otros demandan y sólo funciona si se llega a un punto de equilibrio.Los negocios son como la brisa, van y vienen; lo importante es inhalar profundo para absorber lo mayor posible mientras dure y sin asfixiar a los demás.¿Qué es un buen negocio si no sabes robar?La base de un negocio es el sentido común de los clientes.Los clientes insatisfechos son nuestra principal fuente de información...El mejor negocio es el robar sin ser pillado.Y recordar que no hacemos esto por dinero, hacemos esto por un montón de dinero.El mejor negocio es el que no hay que trabajar y se gana mucho dinero.Los negocios son como el amor, a veces se ganan y otras se pierden.El negocio del futuro es que cada uno trabaje por su cuenta.Los negocios son como cagar, sufres pero al final de cagar eres feliz

Los Talentos algunas frases favoritas


Los talentos
En verdad hay frases que hacen ver los talentos como una dotación pemanente e integral en cada ser humano, lo que se puede percibir en una forma muy general en casi en todas las frases que a continuación transcribo, es que el trabajo, la constancia, y el exito, son un paquete integral al que el talento detona y da forma exclusivamente.¿Talento? De eso tiene todo el mundo. Unos algo más que otros.La constancia es la virtud de las que las demás dan su fruto.Muchos creen que el talento es cuestión de suerte, pero pocos saben que la suerte es cuestión de talento.El verdadero talento es cuando en cada acto realizado existe una cuota de amor y compromiso.El talento no se basa en tener dones que los demás no, sino en saber utilizarlos.Entendimiento, inteligencia, aptitud natural para hacer una cosa, dote intelectual de una persona.Por nuestras virtudes es por lo que más seremos castigados.Unos desean el talento, otros lo tienen.Nunca la edad ha tenido algo que ver con ser más o menos inteligente y mucho menos, talentoso.El talento es algo atribuido a las mentes abiertas, jamás a las obtusas. (romeo_es)El talento es vivirlo.(mis)El talento no se tiene cuando se nace, solo con perseverancia y esfuerzo llegaras al él.Talento es realizar la sabiduria.Mucho talante...y poco talento!"Solo el talento consigue el diseño"El talento es el sacar provecho de lo desecho.Muy bien que tengas talento! ahora a que esperas para demostrarlo.El talento no usado es éxito desperdiciado.Yo tengo talento, y lo demás son tonteríasAlejandro Aguirre Desamaniego

lunes, 19 de mayo de 2008

Visiones que encajan una y otra vez

Viiones que encajan, una muestra de lo que en un principio tan solo fue una prueba y que con el tiempo se convertiría en una de mis mas fuertes pasiones, a esto lo llamo hacer blues con papel y color, cada espacio libre deja una forma para echar a volar la imaginación y encontrarlee nuevas expresiones y nuevas formas.
Alejandro Aguirre Desamaniego